Por Edgar Ramírez1 y Carlos Rodríguez2
1 Líder del Grupo de Investigación-Área Temática sobre Empresas Familiares
2 Profesor asociado de Estrategia y Organización de INCAE Business School, Costa Rica
A pesar de la importancia económica de las empresas familiares en Centroamérica, estas también enfrentan muchos desafíos que afectan su supervivencia.
Las empresas familiares son un pilar de la economía en Centroamérica, ya que totalizan más del 80% de las empresas, suman entre el 60% y el 80% del producto interno bruto (PIB) y contribuyen con más del 70% del empleo formal de la región. Estos datos contrastan con países como Brasil y México, donde las empresas familiares representan entre el 85% y el 90% del PIB. En Centroamérica, la gran mayoría de las empresas familiares son pequeñas y medianas, conformando un 80% de las de Guatemala y hasta más de un 90% de las de Honduras, pero también algunas de las empresas más grandes de la región son de propiedad familiar.
A pesar de la importancia económica de las empresas familiares en Centroamérica, estas también enfrentan muchos desafíos que afectan su supervivencia. Estudios en El Salvador sitúan la vida media de la empresa familiar en 18 años, y en Guatemala algunos muestreos estadísticos sugieren que más de la mitad de este tipo de empresas no supera los 10 años de operación. Entonces, ¿cuáles son los principales desafíos que afectan la supervivencia de la empresa familiar centroamericana?
Uno de los mayores problemas es la sucesión. A menudo, las empresas familiares tienen dificultades para transmitir la propiedad y la gestión de la empresa de una generación a otra, lo que pone en peligro su continuidad. Una buena parte de las empresas familiares centroamericanas se encuentran en esta etapa, que debe ser cuidadosamente planeada, ya que, en general, sólo el 12% sobreviven hasta la tercera generación, de acuerdo con la Business Family Foundation.