Por Jorge Arturo Martínez | Director del Think Tank Financiero
Todos buscamos un mejor portafolio, uno que brinde mejores retornos y también riesgo moderado a nuestro resultado. Un retorno decente es 8% anual en dólares (doblar tu patrimonio cada 9 años), pero pocas emisoras mexicanas han ofrecido eso en los últimos 20 años (las que sí son GMexico, Peñoles, Elektra, AMX, WalMart, Arca, Femsa, Bimbo, y unas pocas más), hasta antes del COVID. El peso fuerte -se ha apreciado un 12% desde sus máximos del año pasado- puede brindar una ganancia extra para quien invierte desde afuera, más no para el mexicano.
¿Qué estrategia de inversión entonces puede ser la más inteligente en un mundo como el nuestro?, uno en el que hay dos México frente a nosotros: uno con la llegada más grande de inversión extranjera que hayamos visto hasta ahora, y otro con un ataque a la democracia como no había ocurrido desde tiempos previos a las guerras mundiales; un mundo además en el que -a las puertas de una nueva recesión en los EE. UU.- todas las tasas parecen incrementarse al doble: las de inflación, las de interés, las de desempleo, las de los bonos, las hipotecas, entre otras.
La estrategia de inversión tiene cuatro tareas principales: la asignación de activos, la selección de instrumentos, la cobertura de riesgos y la temporalidad de todo esto. La primera de estas suele ser la clave, y las decisiones que se derivan de ella son cinco a su vez: en qué clase de activo invertir, en qué países, en qué sectores, en qué monedas y a qué estilo de gestión dirigir el portafolio.
Hace cerca de 20 años, un investigador (Bill Sharpe), hoy Premio Nobel, demostró en un artículo que más del 80% de la eficacia en retornos se debe a las decisiones relacionadas con la asignación de activos mencionada arriba, y en un ámbito como el nuestro parece lo más prudente rebalancear nuestro portafolio con las siguientes recomendaciones: 1) Debe reducirse la posición en bolsa, más no eliminarla, dejando acciones de alta calidad y alto dividendo, defensivas en su estilo y sanas en sus finanzas, y añadiendo bonos de corto y medio plazo y bonos a tasas flotantes de buen riesgo crediticio; 2) tener activos que ganan con inflación como energéticos, bienes durables y de capital, transporte y hardware.
Si México es un destino atractivo en la actualidad, ¿qué instrumentos pueden ser ganadores los próximos 18 meses? Un estudio reciente de la Sociedad CFA de México y el Think Tank Financiero de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, titulado “Diversifying Risk and Beating the Market through ESG Evidence from Latin-America”, revela que las estrategias de inversión basadas en ESG son efectivamente alternativas de inversión viable y con un perfil atractivo de retorno ajustado al riesgo para renta variable en Estados Unidos y algunos países de América Latina.