Elaborado por Osmar Zavaleta Vázquez, decano asociado de Investigación de Escuela de Negocios y EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
En un entorno empresarial caracterizado por la volatilidad y la complejidad, las empresas mexicanas enfrentan el reto de redefinir sus estrategias para garantizar su sostenibilidad y competitividad. En este contexto, algunas áreas prioritarias emergen como pilares esenciales para el crecimiento de las organizaciones en México y la región, y es necesario reflexionar sobre cada una de ellas para entender la forma de mitigar riesgos y capitalizar oportunidades en un mercado globalizado. En 2025, estas tendencias abarcarán aspectos económicos, tecnológicos, sociales y ambientales, y su impacto redefinirá las estrategias empresariales en el país. Aquí algunas de ellas:
1. Sostenibilidad como eje estratégico
La presión por cumplir con Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las crecientes demandas de consumidores conscientes están impulsando a las empresas a integrar prácticas sostenibles en sus modelos de negocio. Iniciativas de energías renovables, economía circular y responsabilidad social corporativa se convertirán en diferenciadores competitivos. El Centro de Empresas Conscientes del Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, tiene como objetivo acompañar a las organizaciones de México y América Latina para definir un propósito superior que dé forma a las estrategias de sostenibilidad en todas sus dimensiones.
2. Adopción de tecnologías digitales y la transformación de industrias
La adopción de tecnologías digitales seguirá siendo un motor clave para la transformación de los negocios en México. La integración de inteligencia artificial, big data, y tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) están transformando el comercio, la manufactura y los servicios financieros. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 60% de las empresas mexicanas adoptó algún tipo de tecnología digital entre 2020 y 2023, y se espera que este porcentaje crezca significativamente para 2025. Empresas que inviertan en su transformación digital podrán mejorar su eficiencia operativa, reducir costos y ofrecer experiencias más personalizadas a sus clientes, aunque cabe mencionar que antes de la adopción tecnológica se debe trabajar en la transformación de la organización, desde las dimensiones de liderazgo, talento, cultura, experiencia del cliente, la adaptabilidad del modelo de negocio a los cambios tecnológicos, entre otras.
3. Comercio electrónico, logística avanzada y ciberseguridad
El comercio electrónico en México ha crecido exponencialmente desde la pandemia de Covid-19, lo que se mantendrá en 2025. Con más de 70 millones de usuarios de Internet en el país, las plataformas digitales se han convertido en el canal principal para el comercio minorista y la prestación de servicios. Además, la logística avanzada, incluyendo el uso de vehículos eléctricos y tecnologías de optimización de rutas, será crucial para lograr entregas rápidas y sostenibles. Con el incremento de la digitalización también surge la necesidad de proteger los datos sensibles de empresas y consumidores. En 2025, la ciberseguridad será una prioridad estratégica, no sólo por el cumplimiento normativo, sino también para garantizar la confianza de los clientes, por lo que las empresas mexicanas deberán invertir en el tema y generar alianzas con expertos para mitigar riesgos.
4. Cambios demográficos y diversificación del talento
El envejecimiento de la población y la incorporación de la generación Z al mercado laboral están redefiniendo las estrategias de gestión de talento. Las empresas deberán enfocarse en la capacitación continua, la creación de ambientes laborales inclusivos y flexibles, la adopción de herramientas tecnológicas para el trabajo remoto y el diseño de estrategias de atracción de talento que consideren compensaciones emocionales que fomenten el bienestar de sus colaboradores. Esto también implica una mayor competencia por atraer y retener talento digital, lo que llevará a las organizaciones a invertir en programas de desarrollo profesional y bienestar integral.
5. Integración con mercados globales
El nearshoring continuará posicionando a México como un lugar estratégico para empresas internacionales que buscan relocalizar sus centros de producción. La ubicación geográfica del país, sus acuerdos comerciales (como el TMEC), el desarrollo de talento en sectores clave, la infraestructura logística, y talento bien desarrollado, son algunos de los factores que facilitan esta integración. Industrias como la manufactura avanzada, la automotriz, la de enseres domésticos, la de tecnología y electrónica, verán un crecimiento significativo, impulsado por la IED y colaboraciones con empresas globales. La industria aeroespacial y la de semiconductores representan un potencial importante para el país.
En resumen, en 2025, las empresas en México enfrentarán retos y oportunidades significativos en un entorno caracterizado por la innovación tecnológica, la globalización y una demanda creciente por impulsar prácticas empresariales sostenibles. Las empresas que logren adaptarse a estas tendencias y alinearlas con sus estrategias podrán posicionarse como líderes en sus respectivas industrias. La colaboración entre el sector privado, el Gobierno y la sociedad será fundamental para construir un ecosistema empresarial resiliente y competitivo.
Publicado originalmente en Forbes México.